Mi vida en colores

¡La vida es increíble! 

La fuerza que nos anima es tan misteriosa, enigmática y efímera, que nosotros como seres creativos, desde el principio de la humanidad, sólo podemos intentar captar momentos.

Mis primeras memorias son de alrededor  los 3 años de edad,  llevo una mezcla ancestral de tres continentes. Crecí en un lugar donde la naturaleza estaba directamente en la puerta de mi casa: una extensión infinita rebosante de plantas y animales; montañas inmensas cubiertas de diferentes tonalidades de verde esmeralda brillante, mirar entre las piedras y poder coger ese verde suave y esponjoso. Cierro los ojos y aún percibo el olor a esa tierra húmeda.

Bosques de helechos que debajo de sus hojas protectoras me sentía en casa; mariposas de muchos colores revolteando sobre las flores silvestres, también llenas de color, cascadas y un río con los colores del arco iris. Escuchaba la música del río, también la orquesta de las aves, los monos, los pumas, todos tocando y  cantando  en perfecta armonía. ¡Todo era una explosión de vida!


La naturaleza es perfecta en sí misma y es la mejor maestra que podemos tener.